
La inflación anual en Estados Unidos subió al 2,9% en diciembre de 2024, marcando su tercer aumento mensual consecutivo y alineándose con las expectativas del mercado.
Este aumento constante, desde el 2,7% en noviembre, indica presiones sostenidas sobre los precios al concluir el año.
El aumento se debió en gran medida a los precios de la energía y al robusto gasto de los consumidores durante la temporada navideña, lo que refleja tendencias inflacionarias más amplias que siguen siendo una preocupación clave para los responsables políticos y los mercados.
El IPC mensual supera las previsiones
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,4% mensual en diciembre, superando las previsiones de los analistas de un 0,3%.
Esto marca el aumento mensual más significativo desde marzo de 2024.
El IPC, que rastrea los cambios promedio de precios de una canasta de bienes y servicios de consumo, indica una fuerte demanda de los consumidores durante la temporada navideña, lo que agrega presión inflacionaria al alza.
Una combinación de tendencias de compras estacionales y la demanda acumulada de principios de año contribuyó al aumento del IPC.
Los consumidores parecían ansiosos por aprovechar las ofertas de las fiestas, lo que impulsó aún más el aumento de precios en varios sectores.
Los precios de la energía impulsan el aumento de la inflación
Los precios de la energía desempeñaron un papel fundamental en el aumento de la inflación de diciembre.
Después de un año marcado por interrupciones en la cadena de suministro global y tensiones geopolíticas, los costos de la energía aumentaron significativamente, impactando de manera importante la tasa de inflación.
El aumento de fin de año se vio agravado por los bajos efectos base del año anterior, cuando los precios de la energía se mantuvieron notablemente bajos.
La volatilidad en los mercados energéticos pone de manifiesto la interconexión de las cadenas de suministro mundiales y los efectos dominó en las economías nacionales.
Como la energía sigue siendo un componente fundamental del gasto de los consumidores, sus fluctuaciones tienen implicaciones de gran alcance para las tendencias de inflación.
La inflación subyacente muestra signos de desaceleración
Si bien la inflación general aumentó, la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se redujo ligeramente al 3,2% en diciembre, frente al 3,3% de noviembre.
Esta disminución marginal ofrece un rayo de esperanza para los consumidores, sugiriendo una estabilización en los sectores menos influenciados por factores estacionales y relacionados con la energía.
La inflación subyacente intermensual aumentó un 0,2%, tras ganancias constantes del 0,3% durante los cuatro meses anteriores.
Los analistas ven esto como una señal de una posible moderación en las presiones inflacionarias en sectores más estables, aunque siguen existiendo desafíos.
Las crecientes expectativas de inflación despiertan preocupaciones
Las expectativas de inflación de los consumidores a medio plazo han aumentado.
Según la Encuesta de Expectativas del Consumidor del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, las expectativas de inflación a tres años subieron al 3,0% en diciembre, desde el 2,6% del mes anterior.
Este aumento subraya las persistentes preocupaciones sobre las presiones inflacionarias.
La encuesta también reveló que las expectativas de inflación a corto plazo se mantuvieron estables, lo que refleja la incertidumbre sobre el panorama económico a medida que comienza 2025.
Los analistas advierten que los cambios de política bajo la nueva administración podrían influir aún más en la dinámica de la inflación, con posibles impactos de los aranceles globales, la escasez de mano de obra y las presiones salariales.
Perspectivas de la Reserva Federal
Los últimos datos de inflación tienen importantes implicaciones para la política monetaria de la Reserva Federal.
Después de un año de agresivas subidas de tasas de interés destinadas a frenar la inflación, la Fed se enfrenta a un delicado acto de equilibrio en 2025: gestionar la inflación y al mismo tiempo fomentar el crecimiento económico.
Con la perspectiva de inflación aún incierta, los participantes del mercado seguirán de cerca los próximos movimientos de la Fed.
Los analistas anticipan una evaluación cuidadosa de los datos futuros para evaluar la eficacia de las medidas políticas anteriores y la necesidad de una mayor intervención.

A medida que la inflación se estabilice en el 2,9% para cerrar 2024, el entorno económico seguirá plagado de desafíos.
La volatilidad de los precios de la energía, el cambio en el comportamiento del consumidor y los factores geopolíticos continúan dando forma a la narrativa de la inflación.
Las partes interesadas deben permanecer vigilantes para adaptarse a estas condiciones cambiantes mientras Estados Unidos navega por un panorama económico incierto en el año que viene.
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