
El gobierno estadounidense ha revocado la autorización de Repsol para importar petróleo de Venezuela, según informó el lunes un representante de la compañía a la agencia de noticias Reuters.
La decisión supone un duro golpe para Repsol, y el ministro de Asuntos Exteriores español se ha comprometido a salvaguardar los intereses de la compañía.
En respuesta, Repsol está en conversaciones activas con las autoridades estadounidenses para explorar formas de continuar sus operaciones en Venezuela, dijo el lunes el consejero delegado, Josu Jon Imaz.
La empresa mantiene un “diálogo abierto y fluido” con Washington tras la revocación de su licencia de exportación.
Al igual que otras empresas extranjeras que operan en Venezuela, Repsol ha sido notificada formalmente de la decisión, lo que ha llevado al ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, a reafirmar el compromiso del Gobierno de defender los intereses de la compañía.
Una fecha límite para la transición
Un portavoz de la administración estadounidense dijo que la orden a Repsol de cesar sus negocios en Venezuela es coherente con la postura más dura del presidente Donald Trump hacia las entidades extranjeras que continúan comerciando con el país y que la empresa tenía hasta el 27 de mayo para finalizar sus operaciones.
La severidad de la política estadounidense señala una intención inequívoca de aislar aún más al gobierno venezolano desde dentro, mientras este sigue envuelto en crisis políticas y económicas.
La administración Trump impuso un arancel del 25% a otros países que importan petróleo y gas de Venezuela, presionando a las corporaciones para que continúen haciendo negocios con el país en dificultades.
Otras corporaciones italianas también han sido informadas de que ya no podrán operar en Venezuela debido a los continuos esfuerzos de Estados Unidos por restringir el flujo de crudo del país mediante diversas sanciones.
Las maniobras diplomáticas de España
Tras estos acontecimientos, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, habló en Tele 5, afirmando que se había comunicado con el consejero delegado de Repsol.
Como él mismo dijo: “No deberíamos precipitarnos hasta que tengamos toda la información sobre esta decisión. Necesitamos saber qué significa, cómo nos afectará y si hay margen para el diálogo para resolver el problema”.
A pesar de su pequeño tamaño y origen nacional, Repsol es un gigante global con operaciones e intereses en todo el mundo, incluyendo América Latina.
Las garantías de Albear sobre la seguridad de Repsol subrayan la importancia de las empresas energéticas para el gobierno español. España tiene importantes inversiones en América Latina, y cualquier consecuencia desfavorable podría perjudicar su economía.
Relaciones petroleras internacionales: el panorama
La administración anterior permitió a empresas individuales comprar petróleo venezolano para su uso en refinerías de todo el mundo, desde España hasta la India.
Washington ha otorgado cartas de confort y licencias a estas empresas para comerciar con Venezuela, a pesar de las sanciones.
También ha generado conciencia de que el cambio de política puede significar una reasignación de las asociaciones energéticas y requerir una reevaluación de los planes de negocio de las empresas en áreas con presencia estadounidense.
El impacto de estos cambios podría ser múltiple. Los precios del petróleo podrían reaccionar a la reducción del acceso, y las empresas que han dependido del petróleo venezolano podrían sufrir además interrupciones.
Esto no solo afectaría a esas empresas, sino que podría tener graves repercusiones en el oleoducto mundial, agravando las fuerzas del mercado ya distorsionadas por las tensiones geopolíticas.
¿Qué le depara el futuro a Repsol?
En este contexto, el gobierno español está adoptando una actitud más proactiva, cercana a la situación, lo que será decisivo para el próximo movimiento de Repsol.
Sin embargo, la urgencia de la crisis significa que, aunque pide una respuesta cuidadosa, los riesgos siguen siendo especialmente altos.
Las decisiones que se tomen en las próximas semanas probablemente sentarán las bases de cómo se reconfigurarán las relaciones energéticas internacionales en los próximos años, mientras el régimen de sanciones de EE. UU. siga vigente.
España y Repsol se encuentran en una situación similar, donde o bien la presión unilateral de una parte aliviará el férreo control de EE. UU. sobre el suministro de petróleo venezolano, o bien una sutil extensión por parte del beneficiario del embargo neutralizará la fuerza.
A medida que se acerca el 27 de mayo, Repsol se enfrenta a la presión para cambiar sus operaciones, lo que podría consolidar su posición en el mercado energético o significar una retirada de su aventura sudamericana.
The post EE. UU. revoca la licencia petrolera de Repsol en Venezuela; España promete defender los intereses de la compañía. appeared first on Invezz