El sudeste asiático se tambalea tras dos acontecimientos devastadores: un potente terremoto en Myanmar deja un rastro de muerte y destrucción, mientras que los equipos de rescate en la vecina Tailandia se esfuerzan por encontrar supervivientes tras el derrumbe de un edificio en Bangkok.
El número de víctimas del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Myanmar el viernes, el más potente que ha afectado a la región en un siglo, sigue aumentando.
El equipo de información del Consejo de Administración del Estado del país informó que el número de muertos ha superado los 800, con más de 2.000 heridos y 68 desaparecidos.
En Bangkok, los equipos de rescate están llevando a cabo una búsqueda desesperada de supervivientes tras el derrumbe de un edificio de gran altura en construcción.
Las autoridades informan que se han confirmado 10 muertos, 16 heridos y aproximadamente 101 desaparecidos en tres obras de construcción de la ciudad, incluido el rascacielos de 30 pisos.
Solo en el lugar del rascacielos, se cree que más de 80 personas están atrapadas, según el gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt.
El gobierno tailandés ha declarado el terremoto como un desastre de nivel 3, categorizado como mayor, y está coordinando las operaciones de rescate y socorro en consecuencia, según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres.
El Departamento Meteorológico de Tailandia informó de 77 réplicas hasta las 6 de la mañana, hora de Bangkok, aunque ninguna se sintió con fuerza en Tailandia.
Las autoridades de la ciudad de Bangkok han ordenado auditorías de seguridad de edificios públicos y gubernamentales, y un grupo de ingenieros civiles inspeccionará los edificios y categorizará los daños según su gravedad.
La primera ministra Paetongtarn Shinawatra ha prometido ayuda gubernamental y alivio financiero a los afectados.
Tras una reunión el sábado, declaró que la situación ahora es “segura” y aconsejó a los residentes de edificios altos que consultaran con la administración de sus edificios sobre la seguridad de las infraestructuras.
Tres hospitales de Bangkok fueron inspeccionados el viernes por la noche, y se ordenó al Hospital Ratwithi que cesara sus operaciones debido a los daños relacionados con el terremoto.
Se han abierto once refugios temporales en la capital tailandesa para alojar a los desplazados por el desastre.
Algunos servicios ferroviarios operados por Bangkok Expressway and Metro permanecerán cerrados el sábado para garantizar la seguridad, según la emisora local PPTV.
Las bolsas de valores y futuros de Tailandia suspendieron las operaciones el viernes debido a las evacuaciones provocadas por el terremoto. Aún no está claro si las operaciones se reanudarán el martes.
Si bien Tailandia es un importante centro de fabricación, empresas como Samsung Electronics Co. han informado de que sus operaciones no se han visto afectadas.
Siam Piwat, propietario y operador de varios centros comerciales en el centro de Bangkok, ha declarado que sus edificios son estructuralmente sólidos y reanudarán sus operaciones el sábado.
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