
Los principales fabricantes de alimentos, entre ellos JM Smucker, Mondelez International, Hershey y PepsiCo, han experimentado una caída en el rendimiento de sus acciones durante el último año, lo que ha generado preocupación sobre la viabilidad a largo plazo de sus modelos de negocio.
La inflación sigue siendo un desafío clave, ya que el aumento de los precios está tensando los presupuestos de los consumidores y provocando una fuerte caída de la confianza del consumidor, según datos del Conference Board.
Mientras tanto, los analistas de Wall Street se muestran cada vez más cautelosos ante las guerras comerciales y su posible impacto en las cadenas de suministro globales.
Una de las mayores preocupaciones para los fabricantes de alimentos envasados es el aumento de los medicamentos para perder peso, como los agonistas del GLP-1, según un informe de Barron’s.
A medida que más consumidores recurren a estos medicamentos, la tradicional “merienda” de los hábitos alimentarios puede estar en peligro.
Sin embargo, empresas como McCormick han logrado contrarrestar la tendencia, con un aumento del 20% en el valor de sus acciones durante el último año.
“No competimos por las calorías; las sazonamos”, señaló el CEO de McCormick en un reciente informe de resultados, destacando la fortaleza de las especias, los condimentos y las salsas picantes.
Tendencias y palabras clave: lo que los analistas destacaron de CAGNY
Los analistas de JPM observaron que el sector de los aperitivos lleva “más de un año en una profunda recesión”.
General Mills, por ejemplo, apenas mencionó sus marcas de aperitivos, mientras que Conagra fue más explícita sobre esta categoría en la reunión anual del Consumer Analysts Group of New York (CAGNY) celebrada este año en Florida.
La empresa señaló que las ocasiones para picar entre horas están aumentando, particularmente entre niños y adolescentes, pero que las preferencias de los consumidores están cambiando hacia los snacks de carne y los frutos secos en lugar de las tradicionales patatas fritas y galletas.
Innovación en una era de necesidades cambiantes del consumidor
Según el informe, la innovación sigue siendo un motor de crecimiento crucial, aunque durante la pandemia pasó a un segundo plano debido a las interrupciones en la cadena de suministro.
Ahora, las empresas están reintroduciendo nuevos productos, algunos de los cuales amplían las categorías de alimentos convencionales.
JM Smucker, por ejemplo, presentó Milk-Bone Peanut Buttery Bites, una golosina para perros elaborada con mantequilla de cacahuete Jif auténtica, describiéndola como la “primera golosina para perros que incorpora una marca de alimentos para humanos”.
Mientras tanto, Conagra se está adaptando al auge de los medicamentos para bajar de peso etiquetando ciertas comidas Healthy Choice como “aptas para GLP-1”, atendiendo a los consumidores que buscan opciones con porciones controladas.
Sin embargo, no todas las innovaciones inspiran confianza; sus nuevos pepinillos fritos crujientes congelados Vlasic Big Crunch! han sido recibidos con escepticismo.
El debate sobre el “pico proteico” y el branding alimentario
Analistas del Bank of America han expresado su preocupación por el “pico de proteínas”, refiriéndose no solo a la saturación del mercado, sino también a la cada vez más audaz comercialización del contenido proteico en los envases de alimentos.
General Mills, por ejemplo, ha destacado el alto contenido proteico en sus latas de sopa Progresso y en las cajas de Strawberry Cheerios Protein, a menudo eclipsando los nombres de las marcas reales.
WK Kellogg, tras su separación de Kellanova en 2023, también busca diversificarse más allá de los cereales, discutiendo posibles adquisiciones para impulsar el crecimiento.
Sin embargo, esto plantea dudas sobre si la empresa se mantiene fiel a su identidad principal, ya que su presentación a inversores de 2023 enfatizó que “todo lo que hacemos estará al servicio de los cereales”.
¿Puede la industria alimentaria recuperar el terreno perdido? Los analistas opinan.
Los desafíos que enfrentan las empresas de alimentos envasados han llevado a un mayor escrutinio de su desempeño financiero.
Wall Street tradicionalmente ha considerado los bienes de consumo básicos como una inversión estable, que ofrece un crecimiento constante de los ingresos y dividendos.
Sin embargo, los analistas advierten que empresas como General Mills y Kraft Heinz podrían tener dificultades para cumplir con las expectativas de crecimiento a corto plazo.
Bank of America ha advertido que General Mills podría no alcanzar sus objetivos de crecimiento “algorítmicos” hasta 2025, mientras que Kraft Heinz podría no experimentar un crecimiento significativo de las ganancias hasta 2027.
Hershey, lidiando con el aumento vertiginoso de los precios del cacao, podría no volver a un crecimiento “según el algoritmo” hasta el próximo año.
Oppenheimer ha resumido las perspectivas del sector citando la inflación, las limitaciones de precios, los medicamentos para la obesidad, los riesgos arancelarios y la competencia de las marcas blancas como obstáculos importantes.
“Es probable que el difícil contexto continúe”, afirma.
Los inversores deberían tomar nota a medida que aumentan las especulaciones sobre un cambio en el mercado estadounidense hacia las acciones de valor, incluidas las de bienes de consumo básicos.
El desafío radica en que las opciones más baratas carecen de potencial de crecimiento, mientras que las que ofrecen perspectivas de crecimiento tienen un precio superior.
Se espera que General Mills, que cotiza a 14 veces sus beneficios, experimente una ligera disminución de sus ganancias para el año fiscal que finaliza en mayo, mientras que McCormick, con un crecimiento de un solo dígito medio, se cotiza a un elevado 25 veces sus beneficios.
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