Elon Musk, CEO de SpaceX, Tesla, xAI, X y The Boring Company, ha afirmado que sus diversas empresas están “sufriendo” como consecuencia de su implicación con la administración Trump.
La afirmación de Musk se produce en medio de un creciente escrutinio de su relación con la Casa Blanca y los posibles conflictos de intereses derivados de su papel como destacado líder empresarial y empleado gubernamental especial.
En una entrevista con el programa ‘Special Report’ de Fox News, Musk abordó las preocupaciones sobre posibles conflictos de intereses, afirmando que “ha sido desventajoso para mí estar en el gobierno, no ventajoso”.
Añadió que sus “empresas están sufriendo porque estoy en el gobierno”.
Tras la victoria electoral del presidente Donald Trump, Musk fue designado empleado gubernamental especial.
Aunque no es oficialmente el jefe de la oficina DOGE de la Casa Blanca, que lidera los esfuerzos de la administración para reducir el tamaño del gobierno, Musk ha sido frecuentemente mencionado como un líder de facto en esta área.
Los problemas de Tesla: ¿un símbolo de la tensión?
Musk señaló los recientes desafíos que ha enfrentado Tesla como prueba de la tensión causada por su trabajo gubernamental.
La empresa ha experimentado una caída en sus acciones debido a las decepcionantes cifras de ventas globales y a la preocupación de los inversores de que el CEO esté dedicando demasiado tiempo fuera de la compañía.
Además de esos problemas, Tesla también ha enfrentado una serie de protestas, actos vandálicos y ataques contra sus salas de exposición y vehículos.
Wall Street empieza a mostrar preocupación por la marca en su conjunto. No está claro cuál ha sido el impacto en sus otras empresas.
Musk ya había reconocido anteriormente que supervisaba sus empresas con “gran dificultad” y, durante una reunión general de Tesla el 20 de marzo, instó a los accionistas a “mantener sus acciones”.
Una relación compleja: contratos gubernamentales y subsidios
El imperio empresarial de Musk ha recibido un apoyo significativo de contratos y subsidios gubernamentales, lo que plantea dudas sobre posibles conflictos de intereses.
La oficina DOGE de la Casa Blanca, por ejemplo, ha tomado medidas para debilitar o eliminar agencias gubernamentales que anteriormente investigaban a las empresas de Musk.
En una muestra de apoyo, Trump recientemente se paró frente a varios modelos de Tesla en el jardín sur de la Casa Blanca durante un evento mediático, elogiando los vehículos eléctricos que alguna vez dudó en respaldar.
Aranceles y comercio: navegando por un panorama incierto
La dependencia de la administración Trump de los aranceles como herramienta para influir en el comercio mundial y fomentar la producción nacional ha creado un panorama económico incierto.
Wall Street estima que los recientes aranceles del 25% de Trump a todas las importaciones de automóviles y piezas de automóviles podrían costarle a la industria hasta 82.000 millones de dólares.
Musk reconoció que su empresa no saldría “ilesa” de los aranceles, afirmando en una publicación en X que Tesla podría beneficiarse potencialmente de los aranceles, ya que todos sus coches se ensamblan en EE. UU.
Un portavoz de Tesla no respondió a la solicitud de comentarios realizada por Business Insider.
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