
El imperio financiero de Sam Bankman-Fried ha sido oficialmente desmantelado, con un tribunal federal de EE. UU. emitiendo una orden final de decomiso, incautando activos por valor de aproximadamente 1.000 millones de dólares.
La sentencia del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York marca el paso final para despojar al deshonrado fundador de FTX de sus activos tras su condena por fraude.
La extensa lista de activos incluye criptomonedas, cuentas financieras y dos aviones privados, una indicación de la asombrosa riqueza que controlaba antes del colapso de FTX en 2022.
La orden judicial separa legalmente la propiedad de Bankman-Fried sobre estas participaciones, poniéndolas bajo control gubernamental. La resolución también subraya el importante papel de Alameda Research, su empresa de trading, en la acumulación de estos activos.
Los activos confiscados abarcan múltiples bolsas e instituciones financieras, revelando el grado de interconexión de las operaciones de FTX con otros actores importantes de los sectores de criptomonedas y banca.
El gobierno incauta criptoactivos, efectivo y aeronaves.
Entre los activos más valiosos confiscados se encuentran las tenencias digitales vinculadas a Alameda Research. Estas incluyen 56 millones de dólares en XRP, 3,6 millones de dólares en Tron (TRX), 3,4 millones de dólares en Cardano (ADA) y 2,3 millones de dólares en Bitcoin (BTC), todos ellos custodiados en Binance.
La mayor participación individual fueron los ingresos de la venta de acciones de Robinhood, que ascendieron a 606 millones de dólares y estaban en poder de Emergent Fidelity Technologies, de Bankman-Fried.
Los activos financieros adicionales que ahora están bajo control gubernamental incluyen:
- 119 millones de dólares en Tether (USDT) en Binance
- 21 millones de dólares en Marex retenidos para Emergent Fidelity Technologies
- 50 millones de dólares en Moonstone Bank para FTX Digital Markets
- 101 millones de dólares en Silvergate para FTX Digital Markets
- 7 millones de dólares en Flagstar Bank para Bankman-Fried y otra persona.
Además de las cuentas financieras y las criptomonedas, el gobierno también ha incautado dos aviones privados: un Bombardier Global 5000 de 2009 y un Embraer Legacy de 2006.
Estas aeronaves sirven como recordatorio de la opulencia de la que disfrutaba Bankman-Fried antes del colapso de FTX que llevó a su condena.
Se recuperan donaciones políticas a medida que se extiende el escándalo.
La orden judicial también documentó más de 250 donaciones políticas que han sido retiradas.
Bankman-Fried, junto con otros ejecutivos de FTX, dirigió millones de dólares a campañas políticas y organizaciones políticas estatales, creando una influencia generalizada en Washington.
En un momento dado, aproximadamente uno de cada tres miembros del Congreso había recibido fondos de la dirección del ahora desaparecido exchange de criptomonedas.
Este aspecto de la sentencia extiende el alcance de las implicaciones financieras de FTX mucho más allá del sector de las criptomonedas.
Con la devolución de estas donaciones políticas, el caso plantea nuevas preguntas sobre la financiación de campañas y la supervisión regulatoria dentro del sistema político estadounidense.
Comienzan los pagos por la quiebra de FTX, pero las pérdidas persisten.
El martes también comenzó el pago a los acreedores afectados por el colapso de FTX en 2022. Se emitieron aproximadamente 1.200 millones de dólares en reembolsos a aquellos que tenían saldos menores en la plataforma.
Si bien estos acreedores recuperarán aproximadamente el 119% de los saldos originales de sus cuentas, se han perdido el reciente aumento del valor de las criptomonedas.
Si hubieran mantenido sus participaciones durante la recuperación del mercado, sus activos podrían haber valido significativamente más.
La situación pone de relieve las continuas repercusiones financieras para los antiguos usuarios e inversores de FTX, muchos de los cuales siguen inmersos en el largo proceso de quiebra.
La sentencia de decomiso cierra un capítulo importante en las consecuencias legales del colapso de FTX, pero su impacto sigue repercutiendo en el sector financiero, los mercados de criptomonedas y los círculos políticos.
La magnitud de la riqueza confiscada a Bankman-Fried subraya la escala del escándalo, consolidándolo como uno de los casos de fraude financiero más importantes de la historia moderna.
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