
Apenas en su segundo día en el cargo, Donald Trump anunció una iniciativa de 500 mil millones de dólares para transformar a Estados Unidos en el líder mundial en inteligencia artificial.
El “Proyecto Stargate” cuenta con el respaldo de algunos de los líderes más destacados de la industria, como OpenAI, Oracle, Softbank y MGX (un fondo soberano con sede en Abu Dhabi).
El plan comienza con una inversión inmediata de 100 mil millones de dólares y promete crear 100 mil nuevos empleos a medida que se amplíe en los próximos cuatro años.
La primera gran construcción, un centro de datos de un millón de pies cuadrados en Texas, ya está en marcha.
El objetivo del proyecto es muy ambicioso e impresionante, y si bien los inversores no dudaron en mostrar su entusiasmo, algunos expertos se abstienen de albergar grandes esperanzas.
Una coalición de gigantes de la industria
El Proyecto Stargate obtiene su fuerza y su publicidad de una asociación de importantes actores de los sectores tecnológico y de inversión.
OpenAI, con su modelo de lenguaje grande (LLM) más famoso, liderará el lado operativo, mientras que SoftBank se encargará de la financiación.
Oracle, uno de los mayores operadores de centros de datos de Estados Unidos, aportará una experiencia crucial en infraestructura, mientras que MGX aportará una potencia financiera adicional desde Oriente Medio.
Los pesos pesados de la tecnología NVIDIA, Microsoft y Arm también son fundamentales para la iniciativa, ya que proporcionan el hardware y el software de vanguardia necesarios para impulsar el proyecto.
La colaboración destaca una visión compartida para dominar el panorama de la IA en rápida evolución y satisfacer las crecientes necesidades de las industrias impulsadas por la IA.
Los números reales detrás del proyecto
El alcance del Proyecto Stargate demuestra la voluntad de Estados Unidos de liderar la carrera mundial de la IA.
Una investigación de McKinsey sugiere que la capacidad de los centros de datos globales deberá triplicarse para 2030, impulsada por tasas de crecimiento anuales del 19% al 27%.
También estiman que la IA generativa podría agregar hasta 25,6 billones de dólares anuales a la economía mundial.
Goldman Sachs hace eco de este optimismo y proyecta un posible aumento del 7% del PIB mundial gracias a la IA generativa.
Para Estados Unidos, el Proyecto Stargate es una medida estratégica para mantener su ventaja tecnológica sobre competidores como China, como por supuesto enfatizó Donald Trump.
Sin embargo, no todos los expertos comparten el mismo entusiasmo.
Un reciente artículo del profesor del MIT Daron Acemoglu pone en duda el impacto económico desmesurado que afirman instituciones como McKinsey y Goldman Sachs.
La investigación de Acemoglu sugiere que la IA podría aumentar el PIB de Estados Unidos solo en un 1% durante la próxima década
Este escepticismo subraya una incertidumbre más profunda sobre el impacto a largo plazo de la IA.
Si bien el Proyecto Stargate podría establecer a Estados Unidos como líder en infraestructura de IA, también corre el riesgo de comprometer demasiados recursos en un futuro que puede no materializarse como se esperaba.
Las implicaciones económicas también son sustanciales. Las acciones de Oracle subieron un 7% tras el anuncio, lo que indica la confianza de los inversores en el potencial del proyecto.
Con NVIDIA dominando el mercado de hardware de IA y Microsoft profundizando su asociación con OpenAI, el proyecto podría generar valor a largo plazo para los accionistas de estas y otras empresas relacionadas.
Ganadores y riesgos en la fiebre del oro de la IA
Más allá del escepticismo, Wall Street reaccionó con entusiasmo. Las acciones de Oracle subieron un 7% tras el anuncio, lo que muestra que los inversores creen en el potencial del proyecto.
Además, con NVIDIA dominando el mercado de hardware de IA y Microsoft profundizando su asociación con OpenAI, el proyecto podría generar valor a largo plazo para los accionistas de estas y otras empresas relacionadas.
Los proveedores de energía y los fabricantes de semiconductores también podrían beneficiarse de la mayor demanda de recursos específicos de IA, como GPU y electricidad.
Sin embargo, la escala del proyecto plantea preocupaciones sobre la sobreconcentración de poder entre algunas empresas dominantes. Los competidores más pequeños pueden tener dificultades para mantenerse al día, lo que podría sofocar la innovación en toda la industria.
Además, la participación de MGX como inversor extranjero puede atraer escrutinio, especialmente dado el papel crítico de la IA en la seguridad nacional.
Además, la rápida construcción de enormes centros de datos probablemente agotará los recursos locales.
Los centros de datos son notoriamente intensivos en recursos y escalarlos para satisfacer la demanda de IA podría exacerbar los desafíos ambientales.
Mientras los defensores del Proyecto Stargate destacan su potencial para reindustrializar Estados Unidos, los críticos argumentan que también debe priorizar el desarrollo sostenible.
Sin una estrategia clara para abordar estas preocupaciones, la iniciativa podría enfrentar una importante reacción de los defensores del medio ambiente y las comunidades locales.
El auge de los agentes de IA
Uno de los aspectos más transformadores de la revolución de la IA es el surgimiento de agentes de IA, modelos avanzados capaces de completar tareas del mundo real.
El jefe de productos de OpenAI, Kevin Weil, señaló recientemente que la humanidad está “al borde” de este cambio.
Se espera que estos agentes debuten en 2025 y podrán realizar tareas que van desde completar formularios hasta hacer reservas, aprovechando su razonamiento avanzado y sus capacidades multimodales.
Su capacidad para realizar dichas tareas redefinirá la productividad, agilizará las industrias e introducirá profundos cambios en los lugares de trabajo y la vida cotidiana.
El potencial de los agentes de IA para remodelar la productividad y la vida cotidiana es realmente enorme, pero esta visión se ve atenuada por limitaciones prácticas.
El estudio del profesor Daron Acemoglu sugiere que si bien aproximadamente el 20% de las tareas en el mercado laboral de Estados Unidos son técnicamente reemplazables o ampliables por la IA, solo el 5% de estas tareas pueden automatizarse de manera rentable en la próxima década.
Para el 75% restante de las tareas, los costos de implementar la IA superan los beneficios.
Este hallazgo desafía la percepción de que los agentes de IA transformarán sin problemas los lugares de trabajo o desplazarán grandes sectores de la fuerza laboral a corto plazo.
Las apuestas geopolíticas
El Proyecto Stargate es más que un emprendimiento tecnológico o económico; también es un juego de poder geopolítico por parte del presidente de Estados Unidos.
Al acelerar la infraestructura de inteligencia artificial, Estados Unidos busca mantener su dominio sobre China, una nación que invierte fuertemente en inteligencia artificial para reforzar su influencia global.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha enfatizado la importancia de ampliar la capacidad de los centros de datos estadounidenses para mantenerse a la vanguardia en esta carrera, calificando al Proyecto Stargate como “el proyecto más importante de esta era”.
La estrategia de Trump de aprovechar las declaraciones de emergencia y las órdenes ejecutivas para acelerar el desarrollo refleja la urgencia de esta competencia.
Sin embargo, también introduce riesgos, como la escalada de tensiones con China y la creación de un ecosistema global de IA fragmentado.
La respuesta internacional a una iniciativa tan audaz podría dar forma al futuro del desarrollo y la regulación de la IA.
Optimismo cauteloso por delante
El Proyecto Stargate es, sin duda, audaz, pero la historia ha demostrado que iniciativas de tan gran envergadura pueden no cumplir con las expectativas.
Si bien el proyecto promete crear 100.000 empleos y consolidar a Estados Unidos como líder en inteligencia artificial, anuncios similares en el pasado han tenido dificultades para cumplirse.
Por ejemplo, el acuerdo de Trump con Foxconn, altamente publicitado en 2017, tenía como objetivo crear 13.000 empleos, pero finalmente quedó muy por debajo de esa cifra, resultando en menos de 1.500 empleos e inversiones reducidas.
Tales precedentes deberían moderar el optimismo que rodea a Stargate, ya que el éxito del proyecto está lejos de estar garantizado.
Sin embargo, la emoción que rodea a Stargate tiene el potencial de generar importantes retornos para los inversores, incluso si el proyecto no alcanza sus más altas ambiciones.
Si Estados Unidos logra consolidarse como líder en la carrera de la IA, eso podría significar innumerables oportunidades para que las empresas absorban este valor.
Al final del día, una inversión de 500 mil millones de dólares terminará en manos productivas.
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