
El presidente Sánchez es un hombre que administra cuidadosamente sus roznidos. Ayer recibió a un tipo que venía a explicarle lo que pasa en Cataluña, aunque no hacía falta; lo llevaba puesto en la solapa. Una foto de la víspera mostró que tiene seis dedos en el pie izquierdo. Ana Dargallo comprendía en un trino que nos considere tarados a los que sólo tenemos cinco. Sus detractores dicen que no tiene mucho cerebro, pero váyase lo uno por lo otro. Su anfitrión no le saca ventaja en lo primero y respecto a lo segundo no le hemos visto descalzo. Ya lleva 38 días en el cargo sin dar una rueda de prensa. Ayer ungió como portavoz a la vicepresidenta Calvo, para contar a los periodistas una reunión a la que no asistió.